La violencia de género, ejercida en el 99% de los casos contra la mujer (Informe anual Consejo General del Poder Judicial), es un problema que en la actualidad causa una importante alarma social, tanto por las cifras de prevalencia, como por la gravedad de sus efectos sobre las víctimas. Aunque es fácil identificar la presencia de consecuencias físicas −desde lesiones a trastornos funcionales− sin embargo, siendo más difícil de detectar, los problemas psicológicos son más graves.
La violencia de género hoy día tiene un tratamiento especial en la legislación española, que contempla entre otras medidas de protección a la mujer órdenes de alejamiento, medidas de control para los agresores, vigilancia sobre la mujer por parte de los Cuerpos de Seguridad del Estado, etc.
¿Cómo un perro puede servir de ayuda a una mujer víctima de violencia de género?
Una de las secuelas que sufren las personas maltratadas es la baja autoestima y la pérdida de seguridad en sí mismos, que les limitan en su vida diaria aunque su agresor esté en la cárcel.
Para nosotros, la principal función de un perro que sirva de ayuda a una víctima de violencia de género es la de TERAPIA. Entre las funciones de un perro de terapia está el promover la mejora en el funcionamiento físico, social y emocional de las personas.
A través de las Terapias Asistidas logramos favorecer la comunicación, descentralizamos el problema, potenciamos las emociones positivas, proporcionamos un estímulo multisensorial y facilitamos el vínculo entre la mujer y el equipo de intervención Usuario, técnico y perro de intervención).
Son muchas las propiedades de las Terapias con perros de las cuales se pueden beneficiar las mujeres en esta situación, estos beneficios son de gran importancia para este colectivo que ha sufrido una violencia psicológica sistemática.
Desde estas intervenciones se trabajan estilos de comunicación asertiva, disminución del sentimiento de culpa, empoderamiento e inteligencia emocional. Además, nos proporciona un espacio seguro y de confianza, donde aprender los conocimientos básicos sobre educación canina que guiarán el proceso de aprendizaje servicio.
Partimos de la base del modelo colaborativo, donde la clave es buscar el beneficio de todos los miembros del equipo (humano y animal), aprendiendo en equipo y construyendo los conocimientos de manera cooperativa. En este punto, resulta clave la introducción del perro como herramienta de motivación, ya que a través de su comunicación y su naturaleza cooperativa se promueven actitudes como la enseñanza mutua, el intercambio de papeles (cuidado a cuidador) o la participación.